Conceptos populares que hay que desmitificar
Lidera tu vida: Conceptos populares que hay que desmitificar
Es importante ser críticos y buscar una comprensión más profunda de conceptos que a menudo se simplifican en la cultura popular o a través de lo que vemos en redes sociales.
Por: Paula Cabalen para Revista Ellas publicado aquí el 17 abr 2025 – 06:00 AM
Hay ciertos conceptos que se popularizan, en ese proceso se simplifican o se presentan de una manera que no refleja toda su complejidad o contexto original.
Hoy te presento algunos temas que a menudo se “cuentan” de forma un tanto diferente a lo que realmente son:
1. Ikigai: Más allá de la “Razón de Ser” occidental
El concepto japonés de “ikigai” es mucho más sutil y cotidiano. No se trata necesariamente de encontrar una gran misión en la vida o una carrera perfecta. Se refiere a las pequeñas alegrías y motivaciones que hacen que la vida valga la pena vivir. Puede ser cuidar de tu familia, disfrutar de tu hobby, contribuir a tu comunidad, o incluso la simple satisfacción de hacer bien tu trabajo diario. El diagrama de Venn (forma en la cual se presenta) es una interpretación occidental popularizada por un consultor, pero no es la representación tradicional japonesa del ikigai. El énfasis está más en encontrar significado y propósito en las actividades diarias, grandes o pequeñas.
2. Storytelling: No solo “contar historias bonitas” para vender
El storytelling es una habilidad humana fundamental y ancestral. Va mucho más allá del marketing. Es la forma en que los humanos hemos compartido conocimiento, construido culturas, transmitido valores y dado sentido al mundo desde tiempos inmemoriales. Si bien las técnicas de storytelling son valiosas en el marketing, reducirlo solo a eso ignora su profundidad psicológica, social y cultural. Un buen storytelling auténtico se basa en la verdad, la conexión genuina y la creación de significado compartido, no solo en la manipulación emocional.
3. Mindfulness: Más que relajación y reducción del estrés
Si bien la reducción del estrés y la mejora del bienestar son beneficios del mindfulness, su esencia va más allá. Se trata de prestar atención intencionalmente al momento presente, sin juzgar. Esto implica observar los pensamientos, las emociones y las sensaciones tal como surgen, sin aferrarse a ellos ni rechazarlos. Puede ser una práctica desafiante que a veces evoca emociones incómodas.
4. Inteligencia Emocional (IE): No solo ser “simpático” o “agradable”
La IE abarca la capacidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones y las de los demás, así como la habilidad para gestionar nuestras propias emociones y relacionarnos eficazmente. Incluye la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales. Se trata de comprender las dinámicas emocionales y utilizarlas de manera constructiva, incluso en situaciones difíciles o confrontativas.
5. Resiliencia: No solo “ser fuerte” ante la adversidad
La resiliencia es un proceso dinámico que implica adaptarse positivamente a la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o las fuentes significativas de estrés. No sólo ser inmune al sufrimiento, sino de tener la capacidad de recuperarse, aprender y crecer a partir de las experiencias difíciles. Implica una combinación de factores internos (como la autoestima y las habilidades de afrontamiento) y externos (como el apoyo social).
Es importante ser críticos y buscar una comprensión más profunda de estos conceptos que a menudo se simplifican en la cultura popular o a través de lo que vemos en redes sociales.
¡Si te interesan estos temas podemos trabajarlos!
¡Buen fin de semana!